Centro de salud y granja fotovoltáica
La necesidad de ampliar las dependencias sanitarias existentes en un municipio que había multiplicado su población con el boom inmobiliario, se aunó en esta ocasión con la voluntad del consistorio de promocionar el uso de las energías renovables y la construcción ecológica como única forma posible de progreso.
Como respuesta a estos objetivos se planteó un edificio de muros de carga a base de capas de madera osb y manta de lana de roca, prefabricados en taller y montados en obra, que proporcionaban al inmueble unos altos niveles de aislamiento térmico y acústico, que le permitían obtener la máxima calificación energética, al mismo tiempo que suponían una reducción importante de las emisiones de co2 tanto en el proceso constructivo, como durante su vida útil.